
Motivos para dejar que tu perro se relacione con otros perros
Ningún perro debería estar solo. Cuando se trata de perros, cuantos más amigos, mejor. En uno u otro momento le sacarás a pasear y os adentraréis en un mundo de nuevas experiencias con otras personas y otros perros. Salir a pasear con tu perro debería ser una experiencia positiva. Pero para ello es fundamental que tu amigo peludo tenga la confianza suficiente como para divertirse tanto contigo como con sus amigos de cuatro patas.
Te vamos a explicar cinco cosas que debes saber para socializar a tu cachorro desde el principio y que se convierta en un perro adulto bien adaptado.
Socializa a tu cachorro
Los perros son muy parecidos a nosotros: necesitan estímulos físicos, mentales, y la satisfacción que proporciona relacionarse con sus semejantes. Lo llevan en el ADN como animales gregarios que son, ya que, al igual que nosotros, son animales muy sociales. Los cachorros deben conocer el mayor número posible de situaciones y personas para reforzar el carácter positivo de estos encuentros y que los vean como algo normal por lo que no hay que preocuparse.
Un cachorro bien socializado reaccionará con calma al encontrarse en nuevos entornos y sabrá cómo debe actuar en cada momento. Cuando cumpla los tres meses mostrarán cada vez más ganas de explorar lo que les rodea, aprender cosas nuevas y hacer amigos en un mundo que a ojos de un cachorro, es ENORME. Así que... ¡ayúdale!
CLASES DE EDUCACIÓN
Las clases en las que puede aprender a relacionarse y unas pautas básicas, pueden ser muy interesantes, no solo para que tú aprendas cómo enseñar a tu cachorro, sino también para favorecer su primer contacto con otras personas y sus perros. Puedes lograr que estos primeros pasos sean todo un éxito si cuentas con la ayuda de un instructor.
En tanto que su tutor, debes ser paciente y constante. Las clases no son solo buenas para tu cachorro, sino también para ti. Las clases para cachorros están destinadas a perros de entre 8 y 16 semanas. Sin embargo, los perros adultos pueden recibir clases a cualquier edad, así que nunca es demasiado tarde. Lo ideal son sesiones breves que puedan repetirse y en las que se les premie por portarse bien. Darles una golosina por haber reaccionado bien ante una nueva situación puede ayudar en el futuro a calmar sus nervios ante algo nuevo.
La educación de los cachorros debería comenzar inmediatamente después de la adopción, e incluso antes de la vacunación, si tu veterinario está de acuerdo. Aprovecha al máximo este periodo de tiempo también fuera de las clases: llévate a tu cachorrito a pasear en un carrito o una cesta, en un trasportín y acostúmbrale a encontrar nuevas situaciones, sonidos y paisajes.
Durante este tiempo, puedes usar ADAPTIL® Junior. Puede ayudarle a adaptarse a su nuevo entorno y en los momentos en que se quede solo.
FORJA UN VÍNCULO CON TU CACHORRO
Aunque tu cachorro ya muestre confianza en sí mismo o autocontrol en el día a día, debes continuar con su socialización. Este es el momento idóneo para establecer normas y pasar buenos ratos con tu nuevo mejor amigo, ahora que no solo es una monada, sino que también está dispuesto a aprender rápidamente. Socializar reduce su ansiedad y sus miedos y le anima a portarse mejor cuando esté a solas contigo. Demuéstrale cuánto le quieres y proporciónale nuevas experiencias para que vuestro vínculo crezca y se consolide.
Educación siempre en positivo: felicítale, pero no le castigues
A algunos perros no les gusta relacionarse con otros perros, por lo que debes intervenir si ese es el caso y cambiar la situación. Es posible poner en el buen camino a la mayoría de los cachorros si mantienes la distancia y les premias con golosinas cuando se portan bien. Actúa siempre con calma y tranquilidad. Observa cómo se comporta con el otro animal y, a continuación, aproxímate lentamente y prémiale con una galletita si todo va bien.
Debes recordar que algunos perros pasan miedo cuando salen de casa. Sé precavido durante los encuentros y retírate si la situación se vuelve conflictiva para ambas partes con demasiados ladridos. No es nada de lo que avergonzarse, simplemente hay que seguir intentándolo. ¡El premio es un mundo lleno de posibilidades que podréis explorar juntos!